El Blog de Margarita Peña

May 6, 2007

La seguridad que buscamos

Filed under: Seguridad,Servicios,Valdemoro — mpvaldemoro @ 1:46 pm

Aunque no se puede vivir sin correr riesgos y llevamos sólo unos años en que no nos morimos de hambre aquí, pero si a 1000 km. más al sur, por ejemplo, la inseguridad se ha convertido en un problema, y la seguridad en una oferta política de todos los partidos.

La inseguridad se ha convertido en un sector industrial y de servicios que necesita de la amenaza periódica para que el negocio no decaiga. Por eso los ciudadanos necesitamos de la información fiable que nos haga una evaluación correcta de los riesgos y peligros, por un lado, y se dote a la sociedad de los instrumentos adecuados para neutralizar las amenazas más probables, para mantener la inseguridad en unos términos soportables, tanto respecto de las agresiones físicas, de las psicológicas o sobre nuestros intereses materiales o sociales.

La sociedad actual de la globalización con sus secuelas de empleo precario, de salarios por debajo de las necesidades vitales, de competitividad extraordinaria y sin garantía de permanencia por le puesto de trabajo, de rotación de actividades y de alejamiento del entorno para encontrar el puesto de trabajo viene construyendo un tipo humano que se caracteriza según el sociólogo Richard Sennet por la corrosión de su carácter, falta de confianza, superficialidad en las relaciones y dependencia, consecuencia de su débil posición en el mundo. Esta situación de violencia estructural contra el individuo provoca, a su vez, que las personas se falten al respeto a si mismas y a los demás en un reflejo defensivo por conseguir o defender su puesto, su posición, su criterio,…retroalimentando, así, un mundo propio de violencia y desconfianza que se refleja en las decisiones de su vida cotidiana y en la facilidad para concebir un mundo inseguro, del que se aísla en urbanizaciones cerradas, tras las puertas blindadas, formando guetos de clases medias cuyo valor dominante es el miedo al otro.

Por eso la respuesta hoy a la inseguridad no es más policía, sino más autoconfianza, defender más la propia dignidad, respetar al más débil, aceptar a los otros como son, fortalecer el carácter abriéndose a la participación con los otros en la construcción del mundo común del trabajo, de la vecindad, de la vida familiar y de todos los ámbitos en que se vive al cabo del día.

Por otro lado, no asegura U.Beck que vivimos en la “sociedad del riesgo”, lo cual supone también, que la inseguridad no es un asunto meramente policial. Hay inseguridad económica, doméstica, en el trabajo, en los negocios, etc., y la que depende de la salud, del tráfico, del clima, de los alimentos, etc. Por eso nos aseguramos frente a los riesgos de incendio, inundación, accidente de tráfico, quiebras,… como herramienta que nos proporciona la seguridad de poder continuar con nuestra vida. Por eso adoptamos medidas de prevención con extintores, ensayos de evacuación, útiles y medidas contra los riesgos laborales, etiquetas y fechas de caducidad en los preparados alimenticios, etc. Es decir, es un asunto de todos y cada uno velar por nuestra seguridad y la seguridad de los que viven con nosotros, la seguridad reclama también solidaridad para ser eficiente, para ser eficaz.

Los medios y personal de la seguridad material

Pero la sociedad, conforme ha ido aumentando en riqueza y complejidad se ha dotado de medios y personas cuya ocupación es aumentar su nivel de seguridad. Y, así, disponemos de planes de protección civil contra diversos tipos de catástrofes, con material, personal técnico y entrenado para alertar e intervenir. De legislación, medios y estructuras organizativas que prevengan y eviten los riesgos laborales. También se ha dotado de cuerpos policiales que velen por la paz social, el respeto a las normas de convivencia y eviten el abuso físico, moral, económico e, incluso, político, de unas personas sobre otras y cooperen con la justicia a restablecer el orden de convivencia democrática que nos hemos dado. Pues la experiencia muestra que donde desaparece la autoridad pública se asienta la violencia privada.

Los Cuerpos Policiales han sufrido una mutación para pasar de ser órganos de poder del Estado, de la Administración, del control social del Estado a ser un servicio de los ciudadanos. Este cambio, en el ámbito local, es mucho más evidente porque la policía de los municipios ha crecido con la democracia, en contacto directo con las necesidades y la demanda ciudadana de seguridad. Pero como poder fáctico que es debe ser controlado por la ciudadanía, desde la institución que depende políticamente, pero también desde el usuario que recibe sus servicios.

Por eso el PSOE aboga, entre otras medidas, por implantar la”Carta de Servicios” donde el Cuerpo de Policía Local da publicidad a sus compromisos de calidad de servicio y atención al ciudadano. Y el Consejo de Seguridad, con participación ciudadana de los diversos sectores de intereses y barrios, que coopere en la planificación de la seguridad, haga el seguimiento y evalúe los resultados obtenidos en la convivencia ciudadana.

Para una plantilla dada, la mejora con menos coste se logra mediante la organización de los efectivos que les permita estar en el lugar y en el momento en que se les necesita. Se avanza en la mejora invirtiendo en la formación de la plantilla, este gasto multiplica su eficacia aumentando su competencia y la calidad de sus intervenciones. La inversión en medios –más cara que la formación-, puede aumentar sus capacidades mediante la central y aparatos de comunicación, el parque de ordenadores para el manejo las bases de datos y de la burocracia interna u operativa, y los medios de movilidad, si son adecuadamente utilizados, pues ya se conocen las insuficiencias operativas de la patrulla en automóvil. Toda inversión que no produzca una mejora en la organización, que en muchos casos pasará por actualizar los conocimientos y dar formación especializada o crear unidades especializadas como es el caso del Policía de Barrio, Agente Tutor, Unidad Ambiental, etc., es aumentar la ineficacia e ineficiencia de la plantilla, que debe contar con el número de efectivos adecuado a la carga de trabajo que se demanda normalmente. De donde el análisis de tareas y su distribución se convierte en el elemento básico para su determinación.

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Maximiliano Lasen Paz

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Diplomado Superior en Criminología y Diplomado en Eduación Física

Coronel de la Guardia Civil retirado

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